Mesut es lo que siempre he soñado. Jugar como se juega en un parque y cobrar por ello. Mesut corre por el mundo del profesionalismo, como si todavía estuviera por las calles de Gelsenkirchen con dos piedras como porterías y una mezcolanza de niños que no saben ni chutar un balón. Pero eso a Mesut le daba igual antes y ahora que sigue rodeado de gente que no entiende el fútbol ni el 10% de como lo entiende el genio alemán.
Pero esto mismo ha sido lo que poco a poco lo ha alejado del Bernabéu. Carácter infantil hacia el deporte profesional y la superación personal que eso supone; la "sobrada" suprema respecto a sus rivales que en ocasiones le hace desaparecer de los partidos por pura vagancia, y como se ha demostrado con su salida al Arsenal, un carácter ganador muy discutible.
Di Maria se encontraba en una situación mucho mas precaria que Özil en pretemporada y durante estos meses de verano ha dado la vuelta la situación. El carácter argentino canchero se adueño del carácter de un niño turco, nacido en Alemania y criado en las calles, que nunca luchó por ser profesional, por que siempre lo fue.
Özil ha sido un Guti 2.0, una versión mejorada de ese tipo de jugador que ama la afición los días grandes y que desespera, hasta al más enamorado, los días que toca guardar la clase en el armario y dormitar el partido hasta que comience en la noche algo mas interesante que jugar ante rivales tan inferiores, que suponen una perdida de tiempo para tu fútbol.
Mesut se va del Madrid hacía un equipo que va a jugar para él (y a pesar de todo, es un equipo que ya juega muy bien), por lo que se vivirán grandes momentos de fútbol en el Emirates, sera ídolo en pocos días, pero lo que llevan muchos años esperando en Londres, que son títulos, necesitaran de mas carácter ganador de lo que ha tenido Özil en estas tres temporadas en Madrid de sueños, regalos y días que no tocaban.
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| Visión periférica al servicio del fútbol moderno |
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